¿Sólo palabras o algo más?

Es increíble la situación de crispación a nivel social que estamos presenciando en estos momentos, además, no sólo afecta a nuestro entorno cercano, es a nivel internacional, también. Parece que antes de la pandemia, ya estábamos cultivando esta crispación e ira retenida y se apreciaban visos de la misma, en redes, medios de comunicación e incluso a nivel familiar, amistades y demás, pero después de la pandemia, toda esa ira, acompañada por una buena dosis de miedo ha hecho explosión, quedando totalmente desatada, pero estamos todavía a tiempo de reconducirla. Creo que es momento de hacer un parón en seco, lo que comúnmente expresamos como «Echar el freno» y darnos cuenta del poder que tienen las palabras y la comunicación.

En nuestro cerebro hay hormona-neurotransmisores, que en nuestro día a día no somos conscientes, pero trabajan para nosotros, son los responsables de nuestras actuaciones, acciones y de nuestro estado emocional, como el cortisol, que se genera por miedo o ante una situación estresante y que si se queda mucho tiempo en nuestro organismo comienza a mostrar estrés, ansiedad e incluso ataques de pánico, además suprime nuestro sistema inmunológico y produce dificultades en nuestro aprendizaje, por lo tanto es necesaria para nuestro organismo, sí, pero como en todo en las dosis necesarias. Por eso necesitamos un poquito de oxitocina, esa hormona del amor, que nos ayuda a estar más contentos y de la cual podemos sacar beneficios físicos, psicológicos y emocionales.

¿Por qué hablo de todas estas hormonas que dan vueltas por nuestro cerebro? y lo más importante ¿Qué relación tiene con las palabras?

El tema son los medios de comunicación, redes sociales y páginas de internet, en las cuales los comunicadores de los programas y las redes no son capaces de ver el daño que pueden producir las palabras, cuando están envenenadas con la ira, frustraciones o desengaños de tu vida, cuando están cargadas con cortisol. Veo últimamente como defender el insulto mediante la expresión «Es que todo el mundo ahora se ofende por todo» deja ver una realidad absurda, de tiempos pasados, en los cuales el desconocimiento de las investigaciones nos hacía ser humanos más primitivos que creían en la ley del más fuerte en nuestra jungla social. Actualmente, hay investigaciones, publicaciones y personas encargadas de dar luz y explicar estas acciones, que ocurren en nuestro alrededor, que nos perjudican. Sin embargo este daño psicológico lo tratamos como que quien se ofende hoy en día por un insulto está haciendo una victimización, «que no es para tanto» y el que ha insultado como lo ha hecho en forma de sorna, sin querer queriendo, no tiene el deber de pedir disculpas, ¡Lamentable!

Las palabras son importantes y tienen un peso, sobre todo cuando se hacen de boca de personalidades que aparecen en los medios de comunicación, de boca de personas que son modelos para otras, por lo tanto eduquemos, enseñemos en el respeto, no sólo en decir lo que me venga bien decir para sumar audiencia o tener más like, debemos aprender cuando parar, cuando tenemos que hacer crítica constructiva y lo más importante, cuando saber utilizar las redes y los medios y para qué.

Hay muchas cosas que comunicar a través de los medios, actualmente, necesitamos más voces que comuniquen esperanza, ya que fue la única que cuando se abrió la Caja de Pandora, no salió de ella y por eso es lo último que debemos perder.

SENTIMIENTOS PARA UNA NOCHE ESPECIAL

Cuento realizado para trabajar las emociones negativas para edades desde 0 a 12 años. Es un cuento completo, donde se ponen en práctica la expresión, comprensión y regulación de lo que denominamos como emociones desadaptativas. Está centrado en un cementerio para dar un ambiente referente a la noche de Halloween, santos difuntos. y así que las emociones desadaptativas tomen más fuerza.

Las emociones desadaptativas, son emociones incómodas, tratamos de escapar de ellas, sin embargo son necesarias para nuestra existencia, supervivencia y para sacar las dificultades que se van interponiendo en nuestro día a día.

La tristeza, desde que somos pequeños/as, se trata como debilidad, la persona que llora, porque ha perdido algo o alguien, se le anima a que lo haga lo más corto posible y que se recupere lo antes posible, sin embargo, esta emoción es necesaria en nuestro día a día, sacar el dolor a través de ésta, mostrar la pérdida, para después seguir adelante, cuando la persona puede hacerlo, es lo más maravilloso que nos ha dado la vida. La muerte, es uno de los momentos más difíciles de nuestra existencia y muchas veces nos equivocamos, cuando hacemos que los niños/as pequeños/as, no la enfrenten, porque generamos miedos irracionales, problemas, que no son óptimos.

El miedo es otra emoción, que tenemos desde que estamos en este planeta, sin el miedo, no habríamos sobrevivido, sin embargo, nos empeñamos en ocultarlo, en tratar de hacer que no existe. Los/as valientes, sienten el miedo, pero no lo ocultan, lo abrazan, y avanzan. Conocer nuestros miedos, nos hace fuertes y avanzar con confianza

La ira, al igual que el miedo está con nosotros desde siempre, ambas se encuentran en el cerebro reptiliano, el más primitivo. Gracias a la ira, éramos capaces de luchar y pelear en ambientes peligrosos, para defendernos. Actualmente, ésta emoción, está desatada, cuando la situación la sentimos injusta, cuando se cometen vejaciones, las personas aumentan su ira y están más irascibles. Es necesario, conocer cómo comienza la ira y cómo regularla a través de herramientas propias.

INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA Y LA ESCUELA MODERNA. PEDAGOGÍAS PARA ENSEÑAR Y APRENDER

Estos días se escucha y se habla poco de cómo va la escuela, en septiembre todos los noticiarios abrían con sus grandes titulares sobre el problema que había en los colegios, si habría o no clase, si se retrasaría el comienzo, si ….. pero en estos meses, nos hemos quedado sordos, no sabemos si están bien, mal o regular, parece que no hay noticia jugosa de la que hacer «leña del árbol caído»

Por eso he pensado aprovechar estos renglones para hacer un poco de historia, nostálgica o simplemente para recordar, como dicen, ya que es mejor no olvidar nuestro pasado para poder mejorar nuestro presente y cambiar el futuro.

Repasando entre noticias, cursos, planificando proyectos y haciendo evaluaciones, he visto y recordado a dos grandes figuras españolas, PEDAGOGOS, que pensaron en una educación diferente, una educación basada en lo que se está pidiendo hoy en día o sobre todo en lo que pude escuchar sobre El Debate de la Educación, que hace unos días se realizó por parte del Ministerio de Educación, en el cual se pretendían ver y analizar los posibles y digo posibles, porque creo que en esto quedará, cambios de la educación.

Tristemente estas dos figuras quedaron opacadas por otros tantos pedagogos que vinieron a dejar sus modelos desde fuera de nuestro país, pero es que a veces, sólo a veces «uno no es predicador en su tierra», aquí dejo mi pequeño homenaje a los dos.

Francisco Giner de los Ríos, fundador de la ILE (Institución Libre de Enseñanza) 1876, fue un proyecto educativo, basado en la pedagogía crítica, libre y con fundamento. Algunos de sus principios era:

  • Instruir y educar el carácter
  • En la formación de la persona, se incluye la estructura del centro con buenas instalaciones
  • El desarrollo de la mente y el cuerpo es esencial
  • Pedagogía de la intuición. Se trata no de enseñar las cosas, sino de enseñar a hacerlas, procurando que la educación involucre al estudiante de una forma activa. Le dan una gran importancia a los apuntes, las redacciones y los dibujos incluso en la enseñanza media y primaria. Los alumnos, por ejemplo dibujan, escriben y poetizan sus sensaciones después de cada viaje cultural en sus cuadernos.
  • Evaluación continua, evitando el examen
  • La educación física, artística y moral son la base de la educación
  • Se debe potenciar la creatividad y el trabajo personal
  • El juego es básico para aprender
  • Rechaza el libro de texto y prefiere una educación práctica formada sobre todo por viajes y excursiones. La labor del maestro consiste en despertar y mantener vivo el interés del niño excitando sus pensamientos, sugiriendo cuestiones y ampliando con otros nuevos sus puntos de vista. La clase activa, ha de servir para enseñar y aprender a trabajar estimulando y valorando el esfuerzo, el trabajo personal.
  • La educación no abarca un periodo determinado de la vida, sino la vida entera.
  • Al menos teóricamente, cada lugar necesitaría su escuela específica y cada muchacho necesita un plan de estudios especial, adecuado a su vocación y sus condiciones. Pero como esto es prácticamente inviable, es preciso que una dirección inteligente vaya determinando a posteriori la marcha de sus trabajos. Es en la enseñanza superior donde puede darse más flexibilidad dejando un gran espacio a la iniciativa del estudiante en la elección de su plan de estudios, mediante la sustitución de unas asignaturas por otras, y encomiendan a los llamados tutores la dirección y ayuda de cada joven.
  • Respecto a la universidad, lo primero que necesita es autonomía para poder moverse libremente, sin trabas externas administrativas ni tutelas dogmáticas. También es esencial tener un profesorado con «densidad científica, vocación docente, generosidad y abnegación corporativas». Y, en fin, necesita disponer de los recursos económicos necesarios. La renovación universitaria exigiría que el nuevo profesorado saliera de las minorías científicamente revolucionarias que forman en las avanzadas. Más que elegir un profesorado y que la evolución se haga al paso de los que vienen detrás plantea también saltos hacia adelante.
  • En lo referente a los exámenes (el examen de Estado) piensan que todo examen es ya en sí mismo desmoralizador, favoreciendo el engaño la repentización y el memorismo. José Castillejo recuerda que Alemania, el país de menos exámenes, es uno de los de mayor eficiencia científica.
  • El trabajo manual agudiza el ingenio, la originalidad es una puerta de salida a la actividad del niño y favorece la virtud de la paciencia y la creatividad.

Por si algunos de estos principios parecieran extraños, por esta institución pasaron algunas personas cuyos nombres quizás nos suenen: Manuel Bartolomé Cossío; Leopoldo Alas Clarín, Antonio Machado, José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Amparo Cebrián, María de Maeztu, Concepción Saiz Otero, María Zambrano, María Goyri, etc

Otra figura importante Francisco Ferrer Guardia y su Escuela Moderna, cuyos principios fueron:

  1. La educación de la infancia debe fundamentarse sobre una base científica y racional; en consecuencia, es preciso separar de ella toda noción mística o sobrenatural.

2. La instrucción es parte de esta educación. La instrucción debe comprender también, junto a la formación de la inteligencia, el desarrollo del carácter, la cultura de la voluntad, la preparación de un ser moral y físico bien equilibrado, cuyas facultades estén asociadas y elevadas a su máximo de potencia.

3. La educación moral, mucho menos teórica que práctica, debe resultar principalmente del ejemplo y apoyarse sobre la gran ley natural de la solidaridad.

4. Es necesario, sobre todo en la enseñanza de la primera infancia, que los programas y los métodos estén adaptados lo más posible a la psicología del niño, lo que casi no sucede en ninguna parte, ni en la enseñanza pública ni en la privada.

5. El propósito de la enseñanza es que los niños de ambos sexos tengan idéntica educación; que por semejante manera desenvuelvan la inteligencia, purifiquen el corazón y templen sus voluntades; que la humanidad femenina y masculina se compenetren, desde la infancia

6. La coeducación de pobres y ricos, que pone en contacto unos con otros en la inocente igualdad de la infancia, por medio de la sistemática igualdad de la escuela racional, esa es la escuela, buena, necesaria y reparadora.

7. Establecer la protección e instrucción higiénica en las escuelas. No se necesitan palacios relumbrantes; para difundir la instrucción bastan salas amplias, de luz abundante y aire puro, donde los escolares estén protegidos.

8. El juego es indispensable a los niños. Por lo que mira a su constitución, salud y desarrollo físico, todo el mundo estará conforme; pero acontece que únicamente para la atención en la cantidad de desarrollo físico que producen los juegos.

9. Es de vital importancia la preparación de los maestros y una vida y sueldo digno para ellos. El verdadero educador es el que, contra sus propias ideas y sus voluntades, puede defender al niño, apelando en mayor grado a las energías propias del mismo niño.

10. La escuela debe renovarse para renovar la sociedad, una sociedad que repruebe los convencionalismos, las crueldades, los artificios y las mentiras que sirven de base a la sociedad moderna.

11. Partiendo de una educación en solidaridad y de la igualdad, no hay que crear una desigualdad nueva, y, por tanto, en la Escuela Moderna no hay premios, ni castigos, ni exámenes en que hubiera alumnos ensoberbecidos con la nota de sobresaliente, medianías que se conformaran con la vulgarísima nota de aprobados ni infelices que sufrieran el oprobio de verse despreciados por incapaces.

12. Los niños y las niñas deben tener vitalidad cerebral propia, a fin de que cuando se emancipen de su racional tutoría, continúen siendo en el mundo social enemigos mortales de prejuicios de toda clase, propendiendo a formarse convicciones razonadas, propias, sobre todo lo que sea objeto del pensamiento.

13. El propósito culminante de la Escuela Moderna es fomentar la evolución progresiva de la infancia evitando los atavismos regresivos, que son como rémoras que opone el pasado a los avances francos y decididos hacia el porvenir.

En algunos de todos los principios, vemos el fiel reflejo de lo que significa educar, enseñar y aprender, la base del desarrollo humano para tener y luchar por su propio éxito. Toda esta revolución educativa, tuvo el escenario de replantear la escuela Prusiana, los modelos de educación basados en la industrialización, para preservar el conocimiento como un aprendizaje para la vida.

Dos iniciativas que se dilapidaron por ir en contra de la sociedad, desaparecieron para no volver, sin embargo sería óptimo retomar alguno de estos principios y según nuestro contexto volver a hacer que la educación sea esa chispa de ilusión que el mundo necesita.

Fuentes.

  • Wikipedia
  • www.educomunicación.es
  • www.ferrerguardia.org
  • www.fundacionginer.org

FUNCIONES EJECUTIVAS

Últimamente las funciones ejecutivas han sido un tema muy recurrente, sobre todo para explicar casi todo lo que ocurre en nuestro cerebro, sin embargo no olvidemos que estas funciones son sólo una parte del mismo y que en sí tienen una gran importancia sin dejar de lado el resto.

La grandeza de estas funciones es su área y las relaciones que tiene con el aprendizaje, en este viaje lo importante es conocer CÓMO poder trabajarlas para obtener el mejor resultado.

Las Funciones Ejecutivas se encuentran en el Córtex Prefrontal (CPF). Ésta zona se puede distinguir por la composición diferente que existe en relación al resto de las zonas del lóbulo frontal. La importancia que empezó a tener es la de poder planificar y anticipar planes, organizar y regular nuestros pensamientos.

Funciones Ejecutivas:

  • Planificación
  • Inhibición Latente
  • Control conductual
  • Flexibilidad Mental
  • Memoria de Trabajo
  • Metacognición
  • Cognición Social

Todas estas funciones, son muy importantes para nuestra vida cotidiana, gracias a ellas somos capaces de regularnos emocionalmente, Planificar una actividad u objetivo, prestar atención, quedarnos con información novedosa que aprendemos en un momento determinado y saber o por lo menos practicar la empatía hacia los demás. Al ser varias estas funciones las iremos trabajando en varias entradas

La Planificación, es una de las más importantes que tenemos como seres humanos en nuestra vida, conocer cómo hacer u organizar nuestras acciones y actividades, además de poder proyectarlas en un tiempo determinado, en un espacio y con una organización es una tarea ambiciosa que cuesta enseñar, pero que sin ella en la mayoría de nuestros momentos estaremos perdidos. ¿Cómo podemos enseñar esto a nuestros hijos/as? Una forma que da buenos resultados es a través de pequeños objetivos o metas diarias o semanales, para después incrementarlas en mensuales, por ejemplo, dependiendo de la edad, si estamos en edades cercanas a las 6 años podemos comenzar por objetivos diarios o semanales como que te gustaría conseguir esta semana y centrarlo sobre todo en que sean metas propias que pueda conseguir desde ellos mismos, como hacer mi cama todos los días, poner o quitar la mesa, terminar las tareas en el tiempo que puedo hacerlas, hablar con respeto, en clase respetar a mis compañeros, etc estas son algunas de las cosas que podemos ayudar a proponer a nuestros hijos para que puedan realizar.

Una vez que esto lo saben hacer de forma diaria o semanal, podemos comenzar a plantear objetivos que tengan que conseguir y que puedan detallar las tareas necesarias para llevarlos a cabo, por ejemplo, si quiero conseguir aprender las potencias y poder manejarlas con soltura, tengo que repasar todos los días, buscar información sobre ellas, hacer ejercicios, practicarlas y encontrarlas en cosas diarias que haga en mi día a día, puedo dibujarlas, etc, hasta conseguir comprenderlas y estaría trabajando mi propio Meta-aprendizaje.

CREO O «ME ABURRO»

En mi trabajo atiendo a niños y adolescentes que repiten casi como un mantra la palabra «me aburro», este hecho preocupa mucho a las familias, porque cuando un niño sobre todo de los 6 a los 12 años dice «me aburro», saltan todas las alarmas que indican que lo siguiente es que van a estar «molestando» y haciendo lo posible por provocar la mayor situación de disrupción que haga falta, esto, por supuesto ocurre en situaciones donde el niño/a no tienen muchas opciones a su favor, sin embargo hoy en día, la palabra «me aburro» ha pasado ha tener un gran valor para nuestros hijos.

Me aburro, para los niños/as y adolescentes, ha generado una herramienta indispensable para conseguir lo que desean en el menor tiempo posible, pongo un ejemplo: Los padres están compartiendo con unos amigos que no tienen hijos y el niño está sólo, automáticamente, el niño se acerca a los padres y les dice la palabra clave «me aburro» el padre o la madre, le dan la tableta o móvil más cercano para acallar y que el niño pueda aguantar el tiempo suficiente mientras dure la situación que obviamente es agradable para los padres. ¿Qué ha aprendido el niño? que en estas situaciones, lo primero que tiene que hacer es lo que acaba de hacer e instantaneamente obtendrá un chute de dopamina en su cerebro. ¿Qué le estamos enseñando aquí? lo primero es a no observar, no pensar y por supuesto no crear; lo segundo es generar una extensión a todas las situaciones semejantes o parecidas y en tercer lugar les estamos enseñando que a la primera queja tenemos que responder lo más rápido posible, les premiamos sin querer hacerlo.

¿Qué ocurre después, cuando estamos en casa con las habitaciones llenas de juguetes? el niño vuelve a decir «me aburro» y en ese momento le decimos que tiene muchas cosas para jugar, le decimos: «¿Por qué no creas un juego? ¿por qué no te inventas una historia? pero queridos padres y madres, el niño ha aprendido una importante lección, lo que ya tengo no me vale, es inanimado y sus estímulos son pocos, sin embargo el videojuego de turno, sí me da lo que necesita mi cerebro y eso es lo que quiero. Además para qué voy a crear, si las cosas las puedo obtener de forma más fácil, crear es difícil y complicado. También cuando tengo muchas cosas, el momento de recompensa pasó y ahora ya no me dan lo que quiero.

El aburrimiento, no es un monstruo al que tengamos que combatir, es parte de un momento de inactividad, de falta de imaginación, por lo tanto si lo dejamos que esté, si dejamos que los niños lo vean como una oportunidad para crear, estaremos dando un paso hacia el trabajo con la frustración, hacia la consecución de objetivos y hacia querer participar, buscar, explorar y generar novedades, buscar ser originales como forma propia de la creatividad

La imaginación es parte de nuestro pensamiento, está en nuestro cerebro y necesitamos dejarla que juegue, se libere y se haga práctica

Las situaciones que estamos viviendo necesitan de creatividad para salir adelante, necesitan que las futuras generaciones tengan resiliencia y creatividad y para eso necesitamos fomentarla. Por lo tanto ¿Qué podemos hacer para generar creatividad en nuestros hijos?

¿Cómo fomentamos la creatividad?

  • Dejar que exploren y observen. La reflexión es necesaria en el proceso creativo
  • Respetar los momentos en los que no tienen nada que hacer, esos momentos son los que pueden comenzar a trabajar la imaginación
  • Proponer retos, trabajar con pequeñas metas a conseguir
  • Trabajar la espera, los momentos en los que los niños pueden esperar, mostrarles que hay formas de entretenerse diferentes
  • Mostrarles cómo un pequeño palillo puede generar un juego de manos: haciendo una estrella, también cómo los objetos que nos rodean pueden ser el principio de una historia y cómo se puede construir a partir de cosas sencillas que tenemos a nuestro alcance
  • Dejarles autonomía en los juegos y no estar siempre mostrándoles cómo jugar y a qué, sino que ellos puedan comenzar un juego
  • Provocar el juego a partir de objetos a su alcance, le dejamos un objeto que no sepa qué es y seguro preguntará para qué sirve, esta es un buen momento para trabajar la flexibilidad creativa y darle diferentes usos
  • Conducirles hacia el aprovechamiento de la tecnología y no sólo hacia el ocio. La tecnología es una buena herramienta aliada sobre todo cuando necesitamos conocer más cosas, provocar la búsqueda, aprender diferentes conceptos e incluso para generar juegos divertidos con herramientas o aplicaciones conocidas
  • Haciéndoles partícipes de nuestras vivencias
  • No provocando dependencia de aparatos electrónicos
  • Darle tiempo a la creatividad y favorecerla con comentarios de ánimo
  • Utilizar el humor para contrarrestar el aburrimiento

ÉXITO O APRENDIZAJE ¿Qué eliges?


La neurociencia es uno de los retos que me he propuesto a partir de este verano, algo imprescindible para mi desarrollo profesional y trabajo, un reto que tenía ganas de comenzar hace tiempo, pero se me iba quedando fuera del mismo. Este es el comienzo de mi descubrimiento veraniego que quiero compartir.

Quizás parezca un tema difícil, y SÍ, lo es, a veces estudiando, veo mis limitaciones y me digo a mí misma que quizás no debería meterme en «camisa de once varas» sin embargo hay algo dentro de mí, como un pulso que recorre mi cuerpo, una descarga eléctrica cada vez que me pongo a estudiar y aprendo algo nuevo, sobre todo si me sirve para reflexionar sobre algún tema o situación de mi trabajo.

En esta situación tan paradójica de «querer y no querer» me encontraba cuando aparece el término «Mente fija y Mente en crecimiento». .

Con esta Teoría se podría explicar algunos actos y pensamientos, sobre el desarrollo intelectual y emocional de las personas y cómo se comportan según su forma de pensar. Además de encontrar en esta un hecho importante que debería cambiar la forma de aprender, enseñar, criar e incluso, pensar de cada uno.

Si os preguntara ¿Qué preferís tener éxito ahora en este momento o con esfuerzo aprender algo? ¿qué elegís? Algunos dirán que el éxito y otros que el aprendizaje, pero por qué ocurre esto.

Según la Dra. Carol Dweck de la Universidad de Stanford, esta forma de pensar representa una mentalidad fija o en crecimiento. Tener una mentalidad fija significa creer que la inteligencia, nuestros talentos e incluso nuestras capacidades y habilidades están de forma genética en nosotros, es decir uno nace con una inteligencia o talento. Por el contrario, tener una mentalidad en crecimiento significa que nuestra inteligencia se va a ir haciendo durante nuestra vida según se produzca el aprendizaje. Seguro que ante esta premisa responderéis que lo más lógico hoy en día es pensar que la inteligencia se va desarrollando. Pero volvamos a la pregunta ¿qué preferís sentir que ahora tengáis éxito o simplemente ir aprendiendo a lo largo de vuestra vida? Si lo hacemos en relación a las notas el tema está claro, todo el mundo se centra de alguna u otra manera a creer en las notas, también vemos cómo los niños y niñas siguen a algún youtubers, instagramer o tik-toker, relacionados con el éxito

En nuestro sistema educativo actual, se premia la mente fija, porque aunque se habla de esfuerzo, éste es el esfuerzo por sacar buenas notas, el fin último son las notas ¿Qué conseguimos con esto? niños/as, adolescentes, padres y madres, preocupados al final de curso por las notas, por pasar de curso …

En los diferentes estudios que se han realizado de esta teoría se mostraba cómo hay niños y niñas que sólo con decirles la palabra inteligentes generaban unas expectativas que les hacían estar en la parte de la mente fija, lo que daba como resultados que ante retos o nuevos problemas que no podían resolver a la primera de la forma que sabían, abandonaran e incluso que prefirieran tener problemas fáciles que resolver. Sin embargo a los niños y niñas que se les decía «buen trabajo», elegían retos cada vez más complicados y demostraban una mayor motivación hacia el aprendizaje. Esto no quiere decir que a los niños y niñas no se les pueda decir que son inteligentes, lo que quiere decir es que esa inteligencia se consigue con trabajo, aprendizaje y que éste es un proceso y un recorrido al cual irán evolucionando hasta conseguirlo

Como explicaba al principio de este artículo, sobre lo que pensaba a la hora de estudiar neurociencia, cuando nos enfrentamos por primera vez a un reto nuevo, tenemos que sentir y pensar en «lo voy a aprender» o como dice Carol Dweck centrarnos en el «Todavía» y no en lo «Tendría que saber»

Cuando esta teoría además la aplico a las altas capacidades, me doy cuenta del miedo que produce que te digan que eres inteligente porque se supone, con una mente fija «que no puedes fallar» «que todo lo aprendes sólo/a» e incluso que no se ven porque no están dentro de lo que estima como esfuerzo. El problema del abandono ante los retos por frustración, el miedo a fallar e incluso el saber que las matemáticas no son el monstruo que no se sabe combatir ¿Y si lo viéramos como una mente «Todavía», en crecimiento, con puntos fuertes y débiles a mejorar?

Ahora, en la situación actual, es mejor tener muchas mentes en crecimiento, que les guste aprender como motivación propia, por si acaso tenemos que acostumbrarnos a una educación semi-presencial o incluso on-line.

Y ¿Cómo lo hacemos? Comencemos diciendo «Todavía»

¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA Y PARA QUÉ SIRVE?

El objeto de estudio de la pedagogía es la educación en sentido amplio

El término pedagogía, proviene del griego y se traduce en el guía del niño. En la antigua Grecia el pedagogo era el esclavo que guiaba y cuidaba de los niños de la casa, los acompañaba al colegio o palestra y los orientaba en sus estudios, no eran los maestros o profesores.

Me gusta, hacer hincapié en este origen, puesto que el pedagogo/a, es una figura con un inicio humilde, pero muy importante dentro del entorno educativo. Según el libro blanco de la pedagogía, no es el profesional que se ocupa de entrar a clase a dar contenidos, sino que su actuación es mucho más amplia investigando metodologías que proporcionen una calidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje; ocuparse de los currículos, su organización y planificación; estudiar y promover una enseñanza y un aprendizaje de calidad mediante actividades y acciones educativas; orientar sobre temas transversales, profesionales, educativos y de crianza; dirigir centros educativos y planificar-programar los contenidos curriculares de las diferentes materias de conocimiento; se encarga también de promover las bases epistemólogicas de la educación y conocer-comparar los distintos sistemas educativos y sus finalidades contextualizadas; en definitiva podríamos hablar de una ingeniería de la educación, cuando hablamos del pedadogo/a.

La función de éstos es importante en los centros educativos, dentro del departamento de orientación, de hecho es la figura principal para la organización del mismo.

Su formación es amplia, desde la sociología, la historia de la educación, educación comparada, teoría de la educación, psicología, filosofía, dirección y gestión de centros e instituciones, economía de la educación, patologías, organización y planificación educativa, etc, quizás su formación en algunos aspectos sea demasiado amplia, pero es necesaria una formación así para poder tener una visión completa para promover sistemas educativos, procesos educativos y formativos y mejoras en el ámbito educativo.

Durante mucho tiempo esta figura ha estado mermada y opacada por otras profesiones que han tratado de inmiscuirse y ganar terreno en las ocupaciones que el mismo libro blanco de la pedagogía defiende. Sin embargo, la falta de pedagogos en los sistemas educativos hace que éste no innove lo suficiente, no se oriente en el proceso de calidad de la enseñanza y el aprendizaje, falte orientación tanto profesional, como educativa y familiar y deja un vacío en la ayuda a otros profesionales, como en este caso son los docentes del aula.

El trabajo del pedagogo/a es interdisciplinar, trabaja tanto con psicólogos, logopedas, sanitarios, trabajadores sociales, etc para cumplir con el desarrollo holísitico que se necesita tanto de los niños como de las personas en general, ya que en contra de lo que se pueda esperar, el pedagogo, no se limita sólo al colegio, sino que su papel también es importante en ayuntamientos, consejerías, política, administraciones, residencias, instituciones y organizaciones sin ánimo de lucro, sanitario y familiar

Ejercer esta profesión ha sido y es un orgullo, poder profesionalizarme ampliando contínuamente mi formación, ha sido algo extraordinario, para ser un buen profesional, sobre todo en este ámbito, esta forma de pensar es imprescindible, ya que la investigación y la innovación tienen que ser inherentes al desempeño. Ampliar los conocimientos en la parte psicológica, neurológica, sanitaria, económica, formativa, atención temprana , etc otorga un nivel óptimo para poder crear y generar una pedagogía actual, que de confianza a sus profesionales y anime al resto de la sociedad a ver esta figura como necesaria para el desarrollo de la educación.